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Si echamos la vista atrás, resulta impresionante comprobar cómo dos ingenios de la tecnología de consumo tan alejados en sus funcionalidades de origen han ido poco a poco evolucionando hasta llegar a un nivel en el que muchos usuarios no conciben su tecnológica vida sin la fusión de ambos. Resulta muy curioso como Internet y las conexiones globales han sido el detonante para que televisión y teléfono móvil se hayan convertido en la pareja del momento.

Cuenta la historia que fue la compañía alemana Telefunken la que lanzó al mercado el primer televisor totalmente electrónico allá por 1934, mientras que el mando a distancia (para no levantarse del sofá) no llegó hasta los años cincuenta. Aquellos rudimentarios receptores de rayos catódicos fueron extendiéndose por los hogares de todo el mundo y masificando el acceso a la información audiovisual de una forma nunca vista. Algunos se atrevieron a augurar el final de la radio, de la misma forma errónea en que la radio fue anunciada como el fin de los libros.

Por su parte, el teléfono móvil fue una realidad el 3 de abril de 1973, cuando Martin Copper, directivo de Motorola, realizó una llamada desde la calle en Nueva York para restregar a su mayor rival (Joel Engel de los Bell Labs, de la compañía AT&T) que el invento ya era una realidad.

De baterías que duraban demasiado, coberturas que no pasaban de unas cuantas calles y tarifas inalcanzables para la clase media, hemos pasado a contar con un dispositivo multimedia en el que las propias llamadas han quedado, en muchos casos, relegadas a un segundo plano.

Es muy curioso ver cómo ambos ingenios, diseñados y concebidos para hacer cosas diferentes, resultan ahora compañeros de batalla ideales en el mundo conectado que nos toca vivir. El artífice para que televisión y teléfonos móviles se hayan unido en el tiempo ha sido Internet.

La conectividad ha permitido que los móviles se conviertan en dispositivos multimedia capaces de emular prácticamente todas las tareas que podemos realizar con un ordenador, mientras que la televisión conectada o SmartTV multiplica sus posibilidades respecto a la televisión tradicional.

Una evolución con patrones muy similares

Los televisores comenzaron siendo muy pesados, y eso que su pantalla solía oscilar entre las 14 y las 28 pulgadas, muy lejos de los valores actuales. Servían exclusivamente para la recepción de canales de televisión, supeditados tanto a la frecuencia como a los contenidos de cada país o zona geográfica. En la década de los 80 cobró popularidad el Teletexto, aquel servicio de información creado por la BBC y que dejó entrever los primeros atisbos de una televisión conectada y con acceso a otro tipo de contenidos.

El tiempo fue aumentando la pantalla, reduciendo el peso y sustituyendo las viejas cajas de rayos catódicos por sofisticados paneles de plasma, LCD, LED u OLED. Hoy, disponemos de televisores comerciales cuyas pantallas llegan fácilmente a las 80 pulgadas, con resoluciones 4K (8K en el horizonte), conectividad a Internet y sistemas de reconocimiento de voz. La posibilidad de contar con apps para dinamizar su uso ha hecho del televisor un producto que deja en la prehistoria los primeros modelos.

De igual manera, los móviles nacieron exclusivamente para llamar. Con una autonomía que por lo general no superaba la media hora, los primeros terminales eran tan exclusivos como caros e incómodos de transportar.

En una evolución similar a la sufrida por los televisores, los móviles han experimentado primero una reducción significativa de tamaño y peso durante la década de los 90, comenzando de nuevo un progresivo aumento, debido a la incorporación de baterías y pantallas de mayor tamaño. Hoy tenemos smartphones con pantallas de alta resolución, cámaras que rivalizan con las tradicionales réflex y todo un mundo al alcance de la mano por su permanente conectividad.

Compañeros tecnológicos

Gracias a Internet, los smartphones y las smart TVs se encuentran en un punto álgido de “colaboración tecnológica”, en el que uno puede ser gran aliado del otro. Veamos algunos ejemplos:

Lanzar contenidos: Cualquier contenido que tengamos en nuestro smartphone «puede ser lanzado» a nuestra televisión, ya sea utilizando alguno de los gadgets más populares, como Chromecast, o haciendo uso directo de alguna de las posibilidades de interoperatividad smartphone/tv, como Airplay, Miracast y DLNA. Basta con tener ambos dispositivos conectados a la misma red.

Pantalla de móvil en la tele: Conocido como Screen Mirroring, es una de las integraciones más completas entre smartphone y televisión. Visualizar completamente todo el contenido de nuestro móvil en la pantalla grande de la tele. Sus usos son muchos, desde ver los vídeos que hemos grabado con el teléfono hasta disfrutar de los contenidos de todo tipo de plataformas.

Continuar viendo contenidos: No importa dónde te quedaste en la tele, o dónde te quedaste en el móvil, si eres usuario de servicios de series y películas, podrás continuar todo exactamente donde lo dejaste, independientemente del dispositivo.

Mando a distancia remoto: Un recurso muy habitual es utilizar nuestro smartphone como mando a distancia de la tele. Prácticamente todas las marcas disponen de una app oficial (o extra oficial) con la que poder manejar la tele desde el móvil. Basta, por supuesto, con tener ambos dispositivos conectados en la misma red.

Apps: Las aplicaciones móviles ya son prácticamente gemelas en SmartTV y móviles. No sólo las referidas a series y películas, también encontramos aplicaciones gemelas de productividad, entretenimiento, salud o educación, en ambos ecosistemas.

Android TV como SO: El ecosistema de Google para móviles está cada vez más presente en las SmartTV y tiene pinta de ser el futuro común de todos los modelos y fabricantes. Una gran ventaja es que las Android TV vienen con Chromecast integrado, por lo que se convierte en una de las mejores opciones para enviar contenido a la tele.

Las grandes compañías lo saben

Es tal la unión de smartphone y tele que muchas compañías lo entienden casi como un solo producto, ofreciendo a sus clientes la oportunidad de adentrarse en este mundo conectado. Es el caso de Vodafone, que dispone hasta fin de existencias (3000 unidades) de una de las promociones más jugosas del momento.

Todos aquellos que adquieran el nuevo Sony Xperia XZ2 se llevarán de regalo una televisión Sony Bravia de 32 pulgadas. El pack requiere un pago de 29 euros al mes durante 24 meses con las tarifas Red M y Red Lsin pago inicial ni final.

El nuevo Sony Xperia XZ2 es el smartphone más avanzado de Sony hasta el momento. Entre sus principales características destaca una pantalla HDR FullHD+ con tecnología Bravia, cámara de 19 megapixels Motion Eye con grabación 4K y Super Slow Motion FullHD a 960 fps.

La televisión Sony Bravia de 32 pulgadas cuenta con X-Reality Pro con calidad HD mejorada, botón de Youtube dedicado y subwoofer integrado. Ademas, es compatible con vídeo de alto rango dinámico (HDR).

Si la sincronización e integración es buena en dispositivos de diferentes marcas, el dúo Bravia Sony XZ2+TV Bravia de 32” hará las delicias de los que interactúan a diario con estos dispositivos.

Imágenes / iStock y Vodafone